domingo, 25 de octubre de 2009

Escribiendo frente al mar.

La sombra de la espera en esta hora de la tarde se clava en los silencios de las manos Se trenzan las piernas al soñarte Estruja la razón las mil razones pérdidas sin pretextos Sombra de la espera que se extiende a lo largo de la mesa simulando lunas en la noche imaginada Al volver los ojos una mosca sobrevuela como un satélite sin rumbo al proyectar su sombra Deja un silencio de vácios en la intensidad de dos suspiros.