sábado, 25 de febrero de 2012

Simón del Desierto Modo

                                                                 Solo te ha de salvar la fe.


Soporta la tarde está letra
que quiebra marcos de antiguos dichos
se proscribe valiente


Tras confesión de humano miedo el anuncio de ruptura
casca la piedra que huesos de Rocinante pisa
como si el camino fuera más blando
o pusiera en ello el corazón mundos abstractos


De la mano del ayo se soltó y grita su libertad
la iniciativa superará los miedos
muerde los labios que han besado tanto y siguen a la espera
del beso de la tierra
no lleva zurrón ni botas nuevas
ni pan duro y agua fresca
va hacía el mundo con el pecho desnudo y la mente ligera
no olvida la selva a que se enfrenta
ni la subestima
aquellos retos esperan  pasos  verdaderos
que la oferta y la vara sea puesta más alta




" Le falta motivo al hombre para romper lo aciago
para aceitar la mano y beber su pena
para quebrar los mitos que anuncian la desgracia"




Bota a la mar de arenas su nave sembrada de espinos entre pies descalzos
hermanado a las cosas que hace grande
la tierra por océano que espera


Desde su vista el tiempo pare más de una ocasión
y deja hijos de ese parto que se abren a la lluvia
mañana volverá por ellos
cuando sea dispuesta la hora del regreso


Mas arde en la sarza un Dios que exige descalzo respeto al suelo
                                                                                          que se pisa


Amar lo bello que lo pobre crea
Entre la belleza del hombre
                     la bondad del sencillo prevalece


Deja que al menos el espíritu busque su destino en aquello oculto
                                                                                     (a los mortales
En la memoria se lleva lo necesario
para que la magia viva el espejismo del desierto


Gira el destino alrededor de la tierra y fuerza a los hombres a escribir la historia
Todo puede darse de mil formas si se lucha


Del otro lado cuentan sabios que ofrece frutos por millares la tierra
y desgaja los arboles que extiende


Nada ha de temer Eva porque no habrá necesidad de contrapartes que pongan al ser sobre la disyuntiva de su instinto
Será otro amanecer entregarse y un destino común sin soledades
la mano me sostiene
me aferro a ella por destino
la mar se ve lejana cuando los ojos nubla la agonía


No te vayas ahora que estoy solo
No me dejes en tanto la vida del que anhelo conocer se acerca!

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