martes, 22 de noviembre de 2011

Al claro del día

Para que nombrarlo pudiendo ser tantos
el cálamo lo señala , vuelto un cejijunto de entrecanos bríos
casi insospechado atraviesa el campo
con hondo suspiro de apocado intento se le escapa el alma
Deja el discurso que traía armado
antes deja al lado del surco el arado y la yunta pastando junto al río
la Rosa es rosa cada primavera
pero dos botones ahora le han brotado 
hace que deje tirado el surco empezado, la acequia presta
mañana podrá reponerse cuando el compromiso le imponga las horas de seguir arando
hoy afortunado del sembrar ajeno otro puso fruto en sus manos
el campo está hecho una mar de llanto y las caracolas se caen de los gajos
date prisa campesino que llega tu hora
los botones rompen al clarear el día, de la rosa Rosa de la vida

2 comentarios:

Meulen dijo...

hOLA AMIGO
has de saber que creci en el campo
y también tiré yuntas de bueyes mientras recogiamos en familia las gavillas de los trigales antes y después de la cosecha...recuerdo que me iba arriba de la montaña de paja mirando el cielo ...
y sobre los sacos de manzanas cuando ibamos a hacer la chicha ...

toda una rememoranza de vida me dejaste
aunque ya se a vecs los recuerdos no son del todo feliz para otros...

saludos!

Angel Collado Ruíz dijo...

Meulen, he trabajado mucho el campo, diferentes cultivos, aunque no soy oriundo del mismo, lo amo y en México lo disfruto cada vez que tengo tiempo de salir un poco de está Ciudad que está rodeada de campo.
Me gustan las yuntas y el pasto verde, mojarme en los regadíos de aluminio, comerlas frutas de los sembradíos sin que nadie te lo impida. El campo es vida y motivación. Un saludo compañera!