lunes, 8 de agosto de 2011

Cuando la noche no alcanzaba

Quién eres que has vuelto
sin aparentar haberte ido
en el crucifijo del pecho deambula tu suerte
salta sin baluarte inexpugnable
Mastico horas que saben eternas
paso  los dedos por mi lengua
la hoja cruza la simetría de su entorno
con la más estricta frialdad
descorre la historia inverosímil
de amores hechos para ser creíbles
Has curvado tu estatura
para sentir el roce de lo oculto
has vuelto sin hacer ruido
a sentir el vértigo del escalofrío
en la mirada perdida
al saber que no en balde
se desquicia la mente
Eras tan bella tarde hace unos años
con tu juego de palabras desconocidas
amanecía entre dos historias
y el destello provocado por la luz de la esquina
en el único signo de respeto
que llevabas




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