sábado, 30 de enero de 2010

Calles hacia el mar

Tú  das  felicidad inesperada al que busca

en dos calles desembocas al mar

Sube por ellas la reverberación de tu cintura

Fino olfato de galanes ofrecidos

lluvia de cristales cortados a escala

 das como quien sabe

Dar agua a sorbos al  sediento

Veo flotar dos puntos suspendidos en la tarde del recuerdo
Demoras en pasar como el hambre y la sed

Si es que solo miento a mis visiones

Una Ceiba crece en medio de la nada

Donde el agua de la vida llega a los tobillos

Hasta ahí crece la hierba repleta de roció

Funde al caminar la palidez en único tesoro

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