sábado, 23 de marzo de 2013

Ríos de sangre me recorren

Cuando los ríos se juntan en su viaje al mar
arrastran consigo toda clase de cuestiones
pueden ser aguas turbulentas
o corrientes mansas que acarician al pasar orillas
Agua profunda y cristalina como vidrio de Bohemia
otros lentos y pesados llevan a enterrar deshechos
y se vuelven viejos antes de tiempo de tanto traficar
lo que el mundo no desea, ni sabe guardar
a esos encuentros de lodos, heces, arenas de construcción 
y penas que ve pasar 
algún animal muerto flotando a la deriva
hinchado 
a punto de explotar
tan parecido a la vida
que junta en causes desaciertos
bríos con instintos, belleza
con lo oscuro, su contraparte
alquimia de disensiones 
alimento de mil aguas que antes de llegar al mar
punza los huesos de la vida misma
y forma amén de verdes prados y arboles que alimenta
las tierras productivas con que baña
una manada de alegorías que se le escapa al que escribe
y solo atina a comparar su propia existencia
con esos ríos violentos
discretos
sean moros, o españoles
Donde la mano de Dios puso toda la amalgama 
para arrojar al mar 
sangre hecha de porciones tan diversas
como una alegoría de Babel 
que en su decursar al profundo cementerio de veriles
se lleva entre sus muchos afluentes lo que la gente no quiere
abandona o desprecia






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