Las cosas quedan ocultas por los silencios
sin embargo están a merced del tiempo
Once brazas y a cien metros se ve un pez
con su brillosidad plata
Ofrece sus colmillos en feroz amago
Las cuchillas de luz esparcen la ocasión del duelo
pasa el vestigio de su majestad
hemos podido olernos
abajo la arena de tal ruedo
se mueve convulsiva
Es impactante el mar
amo sus profundos secretos
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