Quinientos eslabones hechos a fuego lento
sobre la fragua del herrero cómplice
las ascuas queman alrededor
al saltar libres para no ser cadena
amarran ideas que no serán dichas
atan al hambreado a la roca vulgar
mientras las grandes auras
destripan su vientre
Quinientos eslabones
pagados peso sobre peso
sin diferenciar color en la fila del miedo
para el tobillo
para las manos
para la mente
quinientos oprobios que sumen al pobre
Sobre la mesa del patrón
mantel de sangre
2 comentarios:
Vaya que si...
y ese pan si que es amargo...
pero dulce por lo que representa
en la fuerza del hombre que se levanta y sigue su lucha!
estes bien angel!
Un abrazo hasta la tierra Mapuche, saludos poeta.
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