He dejado el Taller Literario del Museo de la Máscara, algunos factores se han confabulado para indicarme el rumbo.
Empezaba a pesar sobre mí el stress de un trabajo necesario y un placer literario.
Lo dejo sin hacer ruido, de la manera que suelo despedirme, agradecí a todos su apoyo y su esfuerzo.
Y de cierta forma estoy al alcance de muchos de los compañeros.
A la misma Olimpia la veo cada viernes en su programa de radio donde participo como lector e intercambio comentarios sobre las poetas que tocamos.
Inicié en el Taller por allá de Julio de 2009, con la intención de corregir deficiencias y dar algo de forma a la parte técnica de mi trabajo.
Aprendí secretos y aporte disciplina a la participación del grupo.
Siempre supe que estaba de paso, respeto los criterios de mis compañeros, y los animo a soltarse de la falda y empezar a trabajar solos, para algunos es tiempo desde hace mucho.
Es suficiente dos años para encarrilarse y poder iniciar un camino por si solos, si no se sienten capaces de ello, podrán toda su vida seguir perteneciendo al Taller, sin poner a prueba lo aprendido.
Fue hermoso y constructivo formar parte de este grupo de amigos. Olimpia nunca enseña su última voltereta, quizás en ello discrepemos, pero no dejo de respetarla y considerarle una excelente poeta.
Mi ciclo termina en el Museo de la Máscara y continúa con otros proyectos que deben enriquecer mi camino.
Gracias a Dios por los amigos que me ha dado.
2 comentarios:
Los tiempos son para ser cumplidos...Dios lo bendiga en sus nuevos proyectos
Así es, se hace necesario emigrar a otros proyectos.
Un saludo Elena
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