que las manos dibujaron en la frente
justo cuando leías para mí tus versos
en la tarde descrespada por la inercia
Contemplo deseando aligerar el alba
iluminar por un instante la negrura
con que el día despabila y torna sabio
Ahora todo es más letargo de caimanes
Ahora la estación lluviosa crema miedos
al sopor de tu sonrisa
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