A la espera del verte aparecer
dieron las horas más frías de la madrugada
con la luz mortecina de una lampara
pensativo, perdido en camino
de amores secretos
que se fundieron a la piel y luego cada uno
escapo en sentido diferente
moldeado a otras caderas
que desean en sus oídos
la frase gastada con que los amantes
llenan de ilusión a los sentidos
Me quedé solo con mis propios muertos
al cabo agradecido
que la experiencia asoma por todos los postigos
de un cascarón de piel que lleva el viento
Amor de qué color es la tarde de los sueños
aquella de la que quise ser dueño y nunca me dejaste
Detrás de los quejidos en el recodo de la vida
líneas profundas como heridas carga el alma
acaso reclaman una palabra de más, una de menos
rompen sin saber mi calma
tela fina de sueños que no cesan
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