Deciden una entrega
que no asuma culpa
Al callejón de la inercia
enfrentados
Mirarse no basta
lo han hecho por años
a ratos callados
ausentes
cada uno por su lado
por momentos converge
deseos en sumido mundo
Dos actores visten nueva piel
atrapados en el celuloide
juegan roles coincidentes
sonríen
se buscan
viven la farsa del sueño que les quema
En la última fila
de un cine de barrio
enfrentan sus miedos
los protagonistas
No hay comentarios:
Publicar un comentario