lunes, 30 de julio de 2012

Por alcanzarte

                     Sé que eres camino
                     que no se da el lujo
                     de detenerse


Pongo fuego a mis alas
para amainar
lo que se ha vivido
Entre los vidrios y la resaca de un mar sin agua
te encontraría si allá te fueras
Por alimentar de ideas 
tu piel de selva
propongo
ser hierba seca
rama
trueno
inquisidora prueba
por serte sombra
sobre tu cuerpo
todo deseo
Lo entrego todo!

sábado, 21 de julio de 2012

En la tumba se ha perdido el último pretexto
en adornos de labrado fino 
cuanto instinto roto sin hallar su cauce
De disparatadas frases los hechos se dolieron
al fin descansa
-de poco vale el dinero-
todo lo rimbombante que amonestó la fama
fue dura misión del artesano
saber si ponía sobre el caballo
o bajo de el
al insigne personaje
La muerte llega
como ladrón en la noche
hurta la poca vida del homenajeado 
ya están dispuestos los obreros
para ensamblar mármoles decomisados
a la ostentosa tumba que antes fue
y hoy nadie reclama
Cambiar de propietario resultara mejor cosa
al cabo el gusto sigue intacto
y el inquilino antiguo,
                   no ha de molestarse con el nuevo

viernes, 20 de julio de 2012

Para llegar a ser puerta de voz
en el respeto confesable
                se da la prisa tiempo

lunes, 16 de julio de 2012

¿ES ACASO RESPONSABLE EL HOMBRE POR SUS SUEÑOS?. MOSHE DOR. ISRAEL.



¿Es acaso responsable el hombre por sus sueños?
Durmiendo, corre y grita en los campos otoñales,
ya la casta princesa estrecha entre sus brazos,
y la llama en su cabello es como antorcha en el camino.

¿Es acaso responsable el hombre por sus visiones nocturnas? 
Durmiendo es perseguido con saña, sus tropas
dispersas, sus palacios en llamas, su ejército vencido
y el mar sobre sus ojos como una capa de armiño.

¿Es acaso el hombre responsable por un pedacito de helecho? 
Una pesadilla amarillenta en sus pensamientos y su garganta. 
Afuera el sol. ¿Por qué en la oscuridad escapa
y en la penumbra corre hacia la selva inhóspita?

¿Es acaso responsable el hombre por el azul de sus venas?
Su mano tiembla en el deseo. ¿Qué sobresalta su corazón? 
¿Qué encantamiento baja por su sangre mientras, 
lentamente, por sus miembros se funde el plomo?

                          La sabiduría me dice que nunca odie
                                             que no alegue a  pasadas aguas
                                             que pida perdón por mis errores
                                                                                que perdone


Con cien veces menos soy
cien más feliz
no rompas recuerdos
el mar nunca retorna al río
deja todo seguir


He comprado boletos 
a la línea imposible
para viajar a gusto en 
                           alcatraces
sin ir a bordo verlos pasar
en deseos junto a ellos ido
donde mundos interiores
alimenten la escapada



sábado, 14 de julio de 2012

OFRENDAS DE FUEGO. Lina Zerón. México.




Hoy nos amamos entre ofrendas de fuego
liadas a la progenie de nuestra piel
y todo fue tan cristal,
tan de trinos en el alma,
que tengo miedo de andar por la calle
para no romper el aire.

El amor se viste de sonrisas,
de miradas de dicha
de alegría cómplice,
de tierra nuestra.

Tras los telones,
un enamorado me envía besos
con la punta de los labios
y yo pienso en ti.
Al bañarme en el mar,
mi cabello se colma de caracolas
y las olas me regalan los buenos días
y yo pienso en ti.

Tengo los ojos caleidoscópicos,
hoy soy tan insecto,
tan polen en las patas de una mariposa,
tantos tonos distintos en cada beso.

Hoy he pintado los suspiros de colores
y el espíritu crece hasta alcanzar las nubes,
y el gozo recoge miradas y belfos.
Hoy es un día tan génesis
para acarrear todas las manzanas del deseo
y llevarlas a la parábola de tu boca.

Es un buen día para domar nubes
sobre la espalda de un huracán,
para aplacar la furia de los hombres en la guerra,
bueno para soltar el nudo del tormento interior.

Me adentro en el edén de sabores,
magnolias,
lenguas desconocidas y Tú.

Cada roce es una conmoción,
cada palabra es una caricia en los muslos,
cada suspiro una navaja de fuego,
cada beso un cometa.

Hoy es un buen día
para continuar junto a ti,
consentida,
indefensa,
enamorada…

Solo de ti.

viernes, 13 de julio de 2012

Primer Amor. John Clare. 1793-1864.




Nunca fui golpeado antes de esa hora
Por un amor tan dulce y repentino,
Su rostro floreció con aires marinos
Y se llevó mi corazón lejos, definitivamente.
Mi rostro empalideció con el blanco de los muertos,
Mis piernas se negaron a marchar,
Y cuando ella miró ¿a quién podría reclamar?
Mi vida y mi todo se convertían en piedras de sal.

Entonces la sangre se apresuró en mi rostro
Y arrebató aquel paisaje de mis ojos,
Los árboles y arbustos del lugar
Fueron mediodía y crepúsculo.
No pude ver una sola cosa,
Palabras había en mis ojos
-Hablando con el acorde de las cadenas-
Y la sangre ardiente se volcó a mi corazón.

¿Tienen las flores la elección del invierno?
¿Es el lecho del amor siempre helado?
Parecía que ella oía mi silenciosa voz,
El amor no es un llamado al saber.
Yo nunca vi un rostro tan dulce
Como aquel que estaba frente a mi.
Desde entonces mi corazón abandonó mi cuerpo,
Y ya nunca retornó.

jueves, 12 de julio de 2012

Entre-lazados

Entonces fueron
fuimos
cada quien su mundo 
ellos
mio


Cede derrumban
nuevo comienzo
principio
cuanto habitas precipicio
silencio 
cerco  

Eso era el amor
tocata  fuga
delirio
alegro
réquiem 

Más la comedia  
con el drama
constante
se dispersa
una vez el momento 
pasaba
su mundo
dilecto
volvía



pintura: Angel Collado Ruíz. 1990 . Acrílico sobre papel. Ciudades. Colección privada . USA


martes, 10 de julio de 2012

Algo de Jeanne Karen. Poeta . San Luis Potosí

Salgo de la vida, para ir a donde descansas con tu cuerpo encendido. Sobre tu piel mis poemas duermen, en esos territorios crece algo que nace cada día y algo que cada día muere. Me acerco a ti y huyes, porque sabes que te descompondrás en mis brazos, sabes que mi amor te desvanece, espíritu de bruma, amor que ciega, que destruye todas tus cosechas, mi cariño de talador que desaparece tus bosques. Soy el jardín, con la grama crecida entre las piernas, la humedad y la hojarasca de algunos otoños, soy el fruto que resplandece y el que se queda a soñar entre las hojas del árbol, soy el canto de los grillos en una espesura de flores blancas que ondean a la orilla de la fuente; el sol me toca, me recorre, busca un sitio donde deshacerse en un arco iris o en un campo baldío con su abrigo de oro. A veces, aquí todo es silencio, hasta el caer infinito del agua en su chorro, o los pájaros que se quedan quietos, el mundo del insecto, con su ruido diminuto como de pequeñas campanas que tañen al fondo de un viejo cuadro de la campiña. La quietud me circunda y naces tú, nace el amor a las palabras, a la distancia, a tu promesa de vernos de nuevo, alguna vez, en otro mundo, en otro sitio donde haya tierra propicia, donde las lluvias se besen para formar nuevos ríos, allá donde sin conciencia todo esté terriblemente vivo.

La Cátedra

                                            Qué pensaría el "maldito" ante la botella de vino
                                            el verso etílico perfecto
                                            la vida destrozada por la vida
                                            ensangrentado de miedo


En la Cátedra repleta de estudiantes
la voz se alza en difumino
se esparce
penetra
habla en tono que pinta al mundo
amor delicado
de rosa marchita y seca
búcaro roto por la tempestad
que entra desde la ventana abierta
de una covacha donde un hombre muere
Hereda al mundo vida propia
odia y ama la parquedad que lo rodea
Del banco que ocupo
mudo miro pasar la soledad que lo acompaña
sobre la mesa virtual que me describe
los codos secos y la vista ida
en el reflejo feroz de los espejos 
encontrado
ajado de entusiasmo
mas perdido el tono de poeta
que nunca antes
sofocado por la espuma de la ola silenciosa
que lo envuelve en fantasía
sin saber que acaba
sin saber que empieza
arrostrado al desarraigo mide la línea de licor en el vaso
sin Dios, ni amigos, ni regazo alguno
muere



domingo, 8 de julio de 2012

LAS AGUAS ROBADAS. Rogelio Treviño. Chihuahua. 1953- 2012.



                              
                                 

Agua robé a los dioses para poder amarte

Sólo visibles para los que no duermen

El día se extendió lento como un manto de sombras

Sorda inquietud insomne de unos ojos que rielan

 en la piel de los míos

Sorda quietud del alba para estar en los tuyos

Las aguas fueron dulces para ti en la alborada

Amargos los peciolos de unas flores que cantan

 en la gruta de soles de unas lunas guardadas

 a través de los meses donde se siembran cañas

Agua robé a los dioses para poder amarte

Las horas fueron lentas en sus flores de luna

 maduras y relentes como no hubo ninguna

 jamás sobre tu piel

La luz en sus ascensos entrelazó sus ramas

 tejiendo nuestros cuerpos en un dulce bajel

viernes, 6 de julio de 2012

Una historia

                                                   
                 La caja de recuerdos,  rompe su silencio irreverente
                              regresan a llorar conmigo, los muertos que he sido.




Tan solo como un perro en el camino
muerde cualquier hueso que aparece
la sola mención de los azules
ronda sobre todo su pasado


De paso el pobre can desesperado
sin apenas portal que lo cobije
vaga entre la lluvia solitario
tras de un olor que ya no existe


Ni vida alguna de mal-vado
o mares que en su mente visitó 
logran dar consuelo al indiciado
a punto de morir, ni ladra ya


Cualquier rincón es buen lugar
para tender los huesos 
nada deja a la deriva el solitario
quién amó lo habrá olvidado


El amor verdugo del amor
poseído en pasos que deparan
el pellejo tibio al poco sol
donde pueda al fin dejarse ir








jueves, 5 de julio de 2012

LA HORA DEL PERRO. Maya Lima. DF.


A PacoMoon,
juglar del desierto


Borracho y vago el tritón me amó como una bestia. Ensangrentamos las piedras, nos bañamos en las aguas del desierto e hicimos brotar racimos de caracoles al bajar el sol.  En la hora del perro grité entre las olas, fui jarana de cantos largos que vivía hacia el viento y el dibujo de una flor sobre una canasta. Su cuerpo marino también cantaba, suave laúd sobre la duna estrella. Los siete filos abrieron mis ojos, escuché trompetas.
–No puedo vivir sin ti-  le dije,
él apaciguó la turbulencia y le creció una media luna al final de sus cuatro patas.

miércoles, 4 de julio de 2012

Mirarse no basta

Deciden una entrega
                                 que no asuma culpa   
Al callejón de la inercia
                               enfrentados  
                     Mirarse no basta 
                     lo han hecho por años
                     a ratos callados
                                          ausentes 
                     cada uno por su lado
                     por momentos converge   
                     deseos en sumido mundo 

Dos actores visten nueva piel
atrapados en el celuloide
juegan  roles coincidentes
sonríen
se buscan  
viven la farsa del sueño que les quema

                   En la última fila
                   de un cine de barrio
                   enfrentan sus miedos
                   los protagonistas


Ciudad Ciudades. Minerva Salado. Cuba.



No estuve para siempre en la ciudad
la amé con una queja con un grito de espanto
pero la amé sin fin
sin desconcierto
recorrí las costumbres de tus manos
el trazo de tu cuello el resplandor insomne de tu boca.
La ciudad me conmueve y atenaza
penetra con su daga mis vestigios
y encuentra la verdad bajo su talla.
Un canario despierta
y yo tengo un secreto como un nido
como un terrón de azúcar en la mano.

martes, 3 de julio de 2012

Cosas que a nadie importan

Otra vez el miedo
                        se adueña de la espuma
atrapado en la piel que es de ambos un poco 

La vista inquieta
al voltear su figura
                 no amaina el deseo
su desnudo bronceado

                            
                         El aluvión de miradas
                                                    persiste

A lo sumo cede y calma los excesos
la potente marejada destierra sin saber
las cosas que dejan a su antojo
en la orilla de un foso sin vista a la playa
donde la mar se lleva
                         lo que a nadie importa


Pintura Corporal

Ni blanco o negro: ¡Solo colores!
pulso del mundo 
que no detiene
la nube magenta
el viento rojo


Cuerpos desnudos
imaginados


Mostrar los protocolos
                               de la belleza
en sus disfraces
sin ser altivos
siempre perfecto


Los Míos. Hebert Abimorad. Uruguay 1953. Reside en Suecia.




Allí estaban
con la brisa de diciembre
entre manos y pañuelos
allí estaban
allí estaban los míos
un corto silencio
pedí disculpas por la demora
y retomamos la conversación

lunes, 2 de julio de 2012

México. Marissa Trejo Sirvent




Por ciertas
por verdaderas que parezcan
por tiempos desterrados
por deseos
por desnudos que estemos
por montes
por cactus
y por mares ajenos al susurro de un abeja


las llamas de este infierno
no son ni lo que son
ni van a ninguna parte

no queman
sólo iluminan
la desfigurada cara de la angustia

México D. F., 1980

POEMA DE MARISA TREJO SIRVENT.

De su primer libro "Rojo que mide el tiempo" (Instituto Chiapaneco de Cultura, 1991).