Tiemblan tus labios
los pechos hacia donde sin querer
se escapan mis ojos tiemblan
mi corazón endurecido por el bridar y la cincha
no pudo esquivarte y tembló también
Estos sentidos a flor de piel que Dios nos ha dado
se ensanchan como fuelle de fundición
queriendo suplir al sol
y las tenazas gastadas por la tierra
se aferran a esa leche tibia
que ofreces sin tu saber
foto: mycelular.org
2 comentarios:
Me encantó...
será que los poemas de amor
siempre dejan su huella
o más bien encajan muy fuertemente en mi corazón!
Gracias por tus palabras, ya somos dos. Un saludo
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