Cuando me ames
al calor del fuego seremos consumidos
que al disfrute de toda la cosecha
se ha de agotar el vino del deseo
Y sobre el cielo dispuesto en la ventana
la luz de los aretes serán lágrimas
que detendrá nuestra caída
Me quedaré dormido en tu marea
de algas caracoles
en profunda ceremonia
para amar como te amo basta
poner fuego a la piel que nos separa