No fue sin duda, para que recuerdes, que mordí tus labios
llevado por el carrusel del mundo en sentenciosa prisa
Desafortunado hacía la próxima caricia
adolescente idilio de tropiezos
que prometía tanto mientras se daba
a cuanto solía presagiar
Aventajado alumno de la improvisada charla
el amanecer nos hallaba conquistando sueños
No fue otra historia entre dos y cualquier cosa dicha así no más
por pasar el tiempo
eramos demasiado ingratos con la vida que florecía
sin saber doblan campanas
y diferentes formas deshacen
lo construido
porque nunca la chispa las quemo en el pecho
ni fueron dichas con la madurez del miedo
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