A veces no tengo ganas
de ser humano
envidio al viento que sube y baja
al agua del molino que no le importa arrastrar la pala
al yeso que se endurece tras la jornada
cada semilla que el sol levanta
la enredadera de flores que atrae abejas
piedra caliza que soporta enormes construcciones
Tampoco he tenido nunca la intención de ser bala
bomba
espécimen de muerte
Si pudiera ser la canción de moda en un pueblo de cuatro habitantes
espejo de adolescentes
alegría
fertilidad en busca de estériles
quién me diera la dicha
de solo ser intensidad sin malas consecuencias
la risa desconocida de mi perra
el otrora caudal del río seco
ser paz y danzar sobre la tierra
y contagiar a todos.
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