Canto del ave a la orilla del agua
anuncia la virtual soledad de la dama
Condenada al atizbo de su intimidad clamante
hematoma del tiempo
en la noche repleta de silencios
sofocando las mareas que encierra
ante el cuerpo desbordado
la música sedienta
Canto de la sed al pasar
sin oasis divisables
Descubrir la piel atestada de siglos
dormida al hambre
minimizada figura que agita su existencia
a la muda indiferencia del abandono
2 comentarios:
Duele
el abandono...
mas hay seres que siempre acompañan
a veces ni uno llega acomprender bien
que las creaturas fueron para eso
para que nunca nos sintamos
alejados de Dios
...
en aquellos seres simples
encontramos momentos para llenar sitios vacios.
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Angel ya estoy acostumbrandome a esta tierra movediza...
no deja de moverse y señalarnos
que esta mas viva que nunca...
solo que la incertidumbre a veces
llega a acompañarte mas que seguido.
abrazos!
Meulen, es cierto para los hombres de fe, la soledad no existe, Dios está presente siempre, sin embargo de esos amores que escribo, tienen a Dios cerca, solo que han perdido el rumbo de sus vidas , agobiados por situaciones que no pueden resolver. Cosa que los vuelve lejanos mundos compartidos. Sigo inspirado en historias que me cuentan. Cuidate, un saludo
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