Quiero poseer la furia de tu pensamiento
marea de acantilado que provoca tu mirada
Nacida con esa fuerza con que nacen las tormentas
dos pequeñas ternuras en tu pecho atrapan lo que soy
siembran en mi todo el horizonte de tu cuerpo
Alborotas la luz de mis ojos acostumbrados a ser tristes
convertidos en peces de colores nunca vistos
aman descubrir la primavera que nace al fondo del estanque
cruzan el torbellino deseable en que imagina
la ternura encallecida de mis manos
poseer el secreto de la tierra que resguardas
Todo de mujer se vuelca en ti deslumbrante
como una marejada del norte
huracán de octubre
fuego en el bosque virgen de tu pelo
ilimitada sensación de libertad
siendo prisionero extraño mis alas
caminas por mi silencio
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