Lleva en la boca el veneno del mundo
vicio de fuegos que rompe la cuerda
hace pensar que dentro algo acaba por saltar
apenas conozco su nombre y ella
ni pregunta el mío
Ola que en tiempos de norte
se lanza contra el muro
arrima a la hoguera el estandarte
Entre ayes al cielo devotos
se aprende a descubrir estrellas
algo que solo puede darse cuando dos
leen al unisono
el viejo libro de la vida
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