El puerto es un olor a brea y salitre
a sudor de estibadores con su tinte multicolor
diáfano sortear la muchedumbre
desde el borde del muro mirar botes
Mar adentro se oye la sirena que quiebra el silencio de los peces
amo esta bahía de aceite y diesel
Nada más incrustado en el alma
que la sangre de sus venas
No hay comentarios:
Publicar un comentario