Los Duendes del tiempo.

El pasado no existe, es el tiempo que vuelve
otra manera de mostrar las cosas
cara tibia en noche antigua
la misma de ahora cuando nada ilumina
piel ajada que desanda la boca
derrama los ojos busca a tientas               
palabra sincera

Siempre apremia el tiempo 
destina espacio para la memoria
sobre cosas que dejan huella
entre miradas sin importancia
ataviado sorbo de segundos pasan
por la esbelta sombra de la piel 
días largos, cosas tristes
sin ensombrecer la vuelta 
espera 


obra del Mtro. potosino Sergio Portillo.

A dónde

A dónde van a parar los huesos 
abonan tierras que no siembran nunca
los lleva el viento por copas de árboles 
que sirven de poco a la floresta

A dónde los versos con frases enigmáticas
hechas para cansar la mente de los descifradores 
desafían temor de callejones sin salida

Aferrado a paso de niños
faldas contoneantes
falsa modestia de los catedráticos
exponer constante entrega
recrear lo mucho ya vivido
de manera directa 
sin barreras
cardos entre comillados

A la espera como todos del golpe final
que libere los más finos estandartes 
llegar con la conciencia limpia 
haber saltado la distancia entre lo oscuro y lo anunciado

A dónde las manos en este desenfreno de labores


foto: Esc. Secundaria "Carlos de la Torre" Playa. La Habana. Cuba

La Desmemoria

Era ya viejo antes de nacer
nací viejo
En los recuerdos de aquellos años 
tantas cosas del tesoro privado
acumuladas en atropello
queriendo a veces salir
correr
juntarse 
A empujones ganar la salida
otras se esconden y tuercen el camino
intentan engañar a la memoria
aparece la fecha y olvido el nombre
luego  llegan claramente
la fecha y el nombre sin tener donde apuntarlos
se burla la mente de sus viejos momentos vividos
descabalga 
se martiriza en vano
los otros niegan, siempre que se les nombra
tampoco logran retener un ápice 

Una escena costumbrista

Tenían la lengua mordida por mil errores
amargada de ahínco tumefacta 
se remonta todo hasta la infancia
donde diversas opiniones modifican
la hora del postre, el café después de los almuerzos
el perro muerto de una visita no esperada

Cabe suponer que las conversaciones 
sustanciosas se daban entre platos y sartenes 
la limpieza de unos pocos frijoles
en la mesa de pino sin pulir 
sentadas en viejos taburetes
viendo caer las penas como piedras 
y enjugar los ojos trapos de cocina

Entre esas cosas de novela citadina
miraba indiscreto las piernas del pecado
que obcecadas por engaños y cuestiones
no tienen tiempo de juntar a lo furtivo

En las tardes veraniegas 
el clima desata las más locas discusiones
entre borra de café celos ardores
consumidas al calor del tiempo
a la espera de la vuelta del trabajo de hombres y mujeres
de la escuela superior o las empresas

Los puntales de las casas de La Habana
altos a ex-profeso como iglesias de mal tino
se descubren hacía afuera en los pasillos
entre plantas y flores todo el año

Hacía allí me iba con mis juegos 
para no ser objeto de regaños
hasta donde estaba casi siempre me seguía
el hilo lastimero de las quejas
de algún amor no correspondido
atrapado entre brazos enemigos
por senderos de mucho desconcierto
todos contra todos en más de un sentido
y a callar los niños que no son conversaciones
para ellos

Sin saber de sudores y de engaños cuerpos
al desnudo se encontraban en imágenes
formadas por la mente
entre ires y venires de comedia
entreacto de un teatro bufo
con platea al otro lado de la puerta
y los labios que diciendo se contienen
muerden y blasfeman la discordia

Que por tal razón la vieron
de este modo tan coqueta
o callada atravesar la última calle
rumbo a no sé donde
a encontrarse con el tipo de la otra
o la otra con la blusa remangada 
agarrarse con alguna que pasaba

La boca guarda la lengua mancillante
la atrapa en simbólico desquicio
presume mirar la lejana puerta llena de recuerdos
y ríe igual que antes lo hiciera

Los años se han perdido
entre puntales altos de la vieja arquitectura 
y en la noche de la vida
recalientan un café de hace tres días
y esperan las viejas amigas dormitando 
que la última se vaya para cerrar la puerta

Estrella

No tan bella en la distancia era su imagen 
la más garante luz se cuela diáfana oportuna
que al buscar la vista perdiese el norte 
y viera el horizonte centro de tal diana 
albergando la intención afortunada 
No tan bella era lo recuerdo como ahora
lo faltado para ser perfecta la encerraba
y a mordidas deslizaba entre sus labios
la sangre que corría en miedos por su boca

Poema a mi madre

Ahora que deseo 
el tiempo de abrazarnos se fue lejos
sin despedirse se hizo a un lado
sepultó las manos que no vieron
se apretó en el pecho la intención
Ahora que deseo
ya estas lejos y no puedo desandar 
vamos en senderos diferentes

Segunda muerte

Es de noche y tiritan los astros a lo lejos
y sacan a escondidas la voz sin habla 
que llevan a cremar en la tumba colectiva
la posan sin cuidado en los troncos a exprofeso
de una isla que se muere junto al bardo
Es tarde para hacer un homenaje
que marque un hasta aquí nos fue sensible
la voz que clama se desprende en gajos
que andarán a prisa su destino
En hoz de pocos se sumerge al cabo
queriendo hallar lo que al final del ciclo
fue la pobre osamenta de unas letras
que pusieron la espada por destino
ante la cruz que premia las palabras
sagradas delirantes de un poeta

La Sociedad

                                                                          A Ciprian Cabrera Jasso, adelantado
Vive en torno mío
un descomunal sainete de mentiras
se desplaza
toma su nivel como el de un río
moja al principio los pies desnudos
luego llega hasta las rodillas y obliga
a buscar alturas desconocidas
Se desplaza tranquilo entre las piernas
cosquillea entre los muslos
refresca del calor que ahoga 
en desplante agradable
semeja una serpiente de colores 
que desanda sinuosa entre las gentes
se pierde entre silente desvarió
vuelve a ser lo que antes se insinuaba
descubre sorpresiva su descaro

Pepenadores

Entre pequeños trillos en la hierba miro
las cosas más absurdas que se guardan
un pedal de bombo sin la felpa
la vieja y oxidada bicicleta de un abuelo
dos faroles de petroleo con los vidrios en buen estado
algunos letreros de cigarros de principio de siglo 
y refrescos donde modela una esbelta señorita en traje de baño
al fondo en un camino más angosto
colgado de las ramas de un encino
se balancea un ahorcado 
pero no está a la venta

El divorcio

Pegada a la puerta de entrada la estampa avisa
que la casa se vende
es un letrero simplón de medio peso
para ahorrar hasta el anuncio
La mesa es propiedad común, los niños y la cama
serán acaso sorteados los enseres
las noches de amor y entrega no se toman en cuenta
besos pasionales
leves mordeduras en el cuello
cada quién su ropa
los zapatos de domingo
el abrigo del último invierno 
las dos camisas blancas 
la corbata a rayas
Mientras esto pasa los hijos se miran con asombro
ellos ya decidieron los juguetes 
y cuadernos
Ademas ya hace tiempo eligieron con cual padre

Al final del túnel

Estamos solos ante la nada de los días
cubiertos de esperanza con un tufillo rancio de verano
palmeados en la desprovista visión 
Sujetos y sumidos en un descampado mundo
el agua que se anhela recibir ahoga a vecinos distantes
He pensado seriamente en cancelar los sueños
canjearlos por algo que semeje realidad 
Respiro aturdido ante los ecos 
que no saben encontrar la luz que ansía la memoria 

Algunas palabras sobre El Pergamino Autista.

Ayer vio la luz el libro de poemas "Pergamino Autista! de Eduardo Cancino, editado en el Taller del Poeta, Pontevedra, España, por nuestro amigo Fernando Luis Peréz Poza. 

Como siempre la edición es trabajo que sobresale y da realce a la propia obra.

Con una tarde-noche calurosa, que incluso no lograba superar el aire acondicionado del Auditorio de Radio Universidad, recién inaugurado y sobriamente re-modelado. Se dio la Presentación del nuevo libro "Pergamino Autista" del poeta potosino Eduardo Cancino.

Algún día será que no tengamos que sufrir los largos discursos de los camaradas y el tedio y la vanidad que rodea el mencionar largas curriculas de las personas que ocupan un estrado, atentando contra el tiempo y la economía de recursos.

De esta primera parte, se salva de manera magistral el placer de escuchar al Mtro. Norberto de la Torre, que en pocos minutos dio una cátedra de lo que es ser poeta y escribir poesía. 

Cancino, mantiene el estilo, lo mejora, lo cultiva, continúa
expresando lo que piensa a su forma, sin cortapisas,  poniendo los puntos sobre las "ies" , desafiando formas y descubriendo para los lectores un mundo lúdico-onírico lleno de lugares que hacen ir despacio en la lectura de su obra. 

Tendré que leer "El Pergamino Autista" , pero la muestra que anoche se expuso, convence y llena. 

Aplaudo lo cuidado del Evento, que demuestra el sello y el profesionalismo que caracteriza todo lo que se proyecta desde el Taller Literario del Museo de la Máscara. 

Lamento que faltaran muchos de los amigos escritores e incluso maestros que están al frente de Talleres literarios,  y aprendices de estas artes escriturales.

Me quedo con lo bueno de la presentación, la muestra de una obra que pone retos al propio autor y complace a los amigos que ayer fuimos a comprobar que si los que escriben se esmeran pueden llegar. 

Enhorabuena compañero! Un abrazo sincero!

Por ti conservo un mundo de papeles 
que guardan besos en labios de la tarde
reina que se deja amar 
Crea valientes que mueren 
en dulces artes naturales 
desnudan gardenias en mágica noche

Reportaje desde la batalla

El niño muerto junto al contén y el río grana
la paloma asustada sobrevuela
marca la angustia en cien  miradas
sin querer decir en las noticias
Al buscar la paz se esconde 
la otra mitad del mundo
esa que pone la carne junto a los instintos
que salta en la sepultura 
y llora mientras remienda heridas
la que frenética expone la terquedad
y olvida o no sabe distender el ceño
acaso la morada marca del hoyo 
que pone por sello la vida
ante los tiempos que pasan
y en los aleros de barro
posan los zopilotes
Saben las madres que han parido vida
para entregar a un mundo decadente
La muerte y la sangre
en la orilla de la calle
clama
          grita
desangra la mirada que dormita
rumbo al sol desconocido
por el efecto turbio de una bala
que no tuvo más destino que la infancia
Acaso se piensa en ello
En la ciudad de la guerra
a quién le importa un muerto más

Contraelegía. José Emilio Pacheco. México.

Mi único tema es lo que ya no está

Y mi obsesión se llama lo perdido

Mi punzante estribillo es nunca más

Y sin embargo amo este cambio perpetuo

este variar segundo tras segundo

porque sin él lo que llamamos vida

sería de piedra.

Todo lo sabe

Ya lo creo que usted sabe señora
los minutos y la hora 
santo y seña ¡Cuánto más!
Que si pienso esto o aquello
lo que digo por sincero
o lo callado, que más da! 
Usted sabe cuando llego o si salgo
los colores de la buena suerte
manías y hasta las faltas
Si alguna vez me pierdo 
para abreviar en usted me encuentro
aunque lo nieguen las apariencias
sus frases desaliñadas
y el coral de pecas rojas
que se dibuja en su cuello
al disimularlo todo
Y yo qué sé de usted
que duerme de boca abajo
sin que la sostenga nada
alguna cosa lejana
extraviada de paso
Mientras donde nadie se imagina 
se descubre mi figura 
en una cita
el espejo que acaricia
la gota que colma el vaso
faltando un poco para las tres
si la marea desnuda la tarde ebria
aunque yo por decir verdad
no consiga recordar
ni lo que anoche cené