Escribir es comunicarse.
El quehacer poético es “como el buen óleo sobre la cabeza”. Descubre mundos que transitan en imágenes, intenta y a veces logra, despertar la imaginación.
Busca hacer meditar, indaga en nuestro inconsciente, aviva los sentidos. Muestra y demuestra el poder de la inteligencia humana.
Da en ciclos de bonanza, belleza, cultura y esparcimiento. En épocas de crisis, compañía, refugio y fe.
Mantiene alerta al Espíritu.
Escribir motiva y transforma el entorno que nos ha tocado vivir, suaviza fibras, modera comportamientos. Hace de la cotidianeidad, tejido alucinante de esperanza.
Angel Collado Ruiz
2 comentarios:
Es verdad eso es, refugio,compañia,
tejido alucinante de esperanza.
Es muy bello felicidades.
Encuadras muy bienlo que es escribir
un refugio , una puerta de escape
y sobretodo una razón de ser
de nuestro ser intimo...
abracito de trigal!
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