miércoles, 16 de septiembre de 2015

Después de la batalla

Vi la noche caer sobre la tierra
muerte sin fin hasta donde miraba



El manto descubierto de tus ojos perderse en desnudez 
sobre la seca forma de los cuerpos 
Contado entre ellos fui por vez primera y tuve miedo
A cada lado del camino pude ver morir a muchos 
dejar tiradas las armas inservibles de la guerra
Volar zopilotes por toda la llanura en circular marea
huesos arrimados a la hoguera 
Hombres de mirar sin habla pedir al cielo algo de paz
roto equilibrio de las fuerzas oigo el cascar de dientes
pasos de aquellos que van en busca de la muerte
rozar el piso con su miedo 
Cuerpos desmembrados en fatal estampa expuestos
como animales destazados para un festín de lobos
campo de batalla en infernal tarea de juntarlos
Al darles sepultura traga uno sus prejuicios
que ha visto llevar muerte a cuestas cada día
¿De esté llano sembrado de tragedia qué ha de servir
para decir mañana?
Cuándo no queden huesos ni piel sobre cara y cuerpo
ni alguien al menos tenga entereza de contar la historia 
siendo cualquier torva ocurrencia que prime
entonces sí que mueran por gusto 
para armar el cuento que libros determinen
y sea ganada la victoria de forma contundente
en un épico deseo de algún político 

martes, 15 de septiembre de 2015

Has venido a escuchar lo que escribo 
porque la vanidad que te recubre espera
saciarse de algún error que cometa
Encontrar la frase errada que asevere
ante el espejo de tu vida un satisfecho:
Sigo siendo mejor
Mas no hablo nunca en mi discurso 
de metas a las que debo arribar
y compito con nadie en tan modesto
desempeño
Del fondo saco el paño negro con
las cosas extrañas que menciono
experiencias que me hunden cabizbajo
en noches que desnudas
me alcanza el gallo del vecino
componiendo el mundo 
dando vueltas dentro lo que no se deja domar
cada palabra dicha soportada por algo
que no amerita sonrisas
ni compite con escuchas que solo saben grabar
en almas sensibles 
la triste sorna de una farsa que se torna espejo 
de su propia frustración

Guitarra del mesón de los caminos
no fuiste nunca ni serás poeta

                                      Antonio Machado

Desnuda en una nota destemplada 
se pierde mi vista en su figura
no a ella a quien observo, sin darme cuenta
a todas




Con ese cariño de antaño 
anida el ave cualquier tejado
aunque siempre busca el propio 
A veces es inútil contener el llanto
no van los pies donde uno quiere
solo el pensamiento
No se puede abrazar recuerdos
vivir el día a día llenarlo de cansancio
En sueños parece la noche sobre el mar 
interminable



La tristeza no se finge
no puede ponerse en versos
con intención de aparentar
Puede sensibilizar oyentes
cabe entre un beso y otro 
medio siglo después


viernes, 11 de septiembre de 2015

Esa boca de tajo

La boca que ofrezco como sello confirma
ser la misma que masculla versos que no encuentran
sosiego mientras duermo
hilo insumiso que enhebra ideas
postrada ante los pies del moribundo 
momento que deambula
sujeta un poco a la distancia que refleja
el desordenado mundo en que se encierra
Esa boca que de un movimiento
hace gajos la tuya por impulso 
que excede explicación alguna


Lo que no está hecho para ser


Cuando te quise
aún nos crecían un poco los huesos
era nervioso el paso tan cerca
uno del otro
hoja arrullada que un estornudo
echa mano para decir algo
el frágil boceto de la idea
el conversar desnudos
no era dibujo
ni retoño
Brote que arrasa malogrado
la espiral de errores
propios de la edad
Ahora que cumplimos
más de medio siglo
queda solo atrapado
un pedazo de trapo
en un gajo

domingo, 6 de septiembre de 2015

Instantes- Extintos

I

Deshaz el último sendero del aliento
deja que habite despacio el  monte de tu cuerpo
en silencio implore la oración de esta osadía

II

Aplaza el deseo entre nosotros
hilo delgado que sostiene  
siluetas que a oscura descompone 
la mente absurda que diseña 


Dentro

No eras mariposa que espera 
la llegada del sol
Tampoco yo el hacedor de poemas
que pinta noches con detalles
Ambos sí 
amantes de cosas que componen juntas
un todo que armoniza
Boleros de Frank Domínguez
contrastan con el ruido de la lluvia 
techo de láminas sobre líneas de piel que se acomodan 
algo no formado de palabras
Es mejor no tentar al idioma  
nave oculta en la noche 
playa de olas gemelas que tiemblan
boca nerviosa que acedia 
Lo mejor del amor se improvisa 
explota como nervio que se estrena  
sabe a piel que rompe el cerco 
salobre de los sueños 
Después del máximo alcanzado
expuesto el cuerpo 
desmaya lo ofrecido
no hay más barrera